domingo, 2 de agosto de 2009

Ventana al mar.


Veo tu cara
color verde esperanza.
Anida la gaviota sobre tu profundo mar.

Entre el bancal y la palmera
nace un soplo al aire gris
que se cierne sobre nuestras cabezas.

Era más fácil así,
pero tú, mar, tan intenso,
tan profundo y a la vez furioso,
no dejabas de acompañar mi lamento
frente a mi ventana.

Ya estábamos frente a frente.
No nos dejábamos de mirar.
Así era más sencillo, más puro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario