Ver al fondo aquella muralla y pensar en lo infinito. Sobrecoge solamente el hecho de soñarlo. Ese volcán marca el paso de las horas en un lugar donde, tiempo y espacio, quedan inmóviles ante el simple transitar de las nubes. Levanto la mirada. Las palabras, las omito.
A veces, es necesario tener un espacio propio, tuyo, verdadero. Donde nada ni nadie sea capaz de sustraer aquello que te pertenece, tu esencia, tu ser. Aquí estoy ahora dibujando tus alas, para volar contigo, para volar juntos.
lunes, 14 de septiembre de 2009
A veces, en octubre, es lo que pasa
Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frio oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como suspiros que dispersa el viento;
entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:
esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.
No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.
Poesía de Angel Gonzalez
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