domingo, 2 de agosto de 2009

El antiguo convento dominico de San Pedro en Hermigua (La Gomera)


Retablo de Nuestra Señora del Rosario


Fachada y espadaña


Santa Rita

En el valle alto de Hermigua se encuentra la iglesia de Santo Domingo, que antiguamente había sido sede del convento dominico de San Pedro. Fundada sobre una pequeña ermita de la misma advocación, los frailes tomarán posesión del mismo en 1611, transformando no sólo la vida religiosa del pueblo, sino también la cultural. Si observamos detenidamente la fachada, que tiene dos cuerpos (el principal con un arco de medio punto ligeramente peraltado flanqueado por una espadaña), el izquierdo, que está ligeramente retranqueado, descubriremos que sobre la clave del arco que sirve de entrada, aparecen las llaves de San Pedro, atributo principal del Apóstol. Ese cuerpo arquitectónico en su interior contiene un arco apuntado que podría señalar que esa pequeña nave (que hoy contiene el retablo de Nuestra Señora del Rosario) fuese la primitiva ermita y el resto se incorporase al ampliarse el convento. Hacia mediados del siglo XVII es elevado a la categoría de priorato y en consecuencia vivirá un momento de mayor esplendor con la ampliación de la iglesia, construyéndose la nave principal y la capilla de Santa Rita. Justo anexa a la misma, en el dintel que sustenta la entrada a la antigua sacristía, existe grabada en la piedra una inscripción que dice: esta obra mandó hacer muy reverendo Doctor Fray Baltasar Mexa Pedro Párraga me fecit. Año 1645. Así pues, aunque luego seguirá el curso de la obra a lo largo de la siguiente centuria, la iglesia en este siglo XVII estará prácticamente terminada.Su interior alberga obras de bastante interés a nivel artístico. En el retablo mayor aparece la figura de Santo Domingo con la iglesia en la mano, atributo que tienen los fundadores de nuevas congregaciones, y en la otra un estandarte. En uno de los nichos laterales aparece San Pedro, imagen que ya aparece nombrada en el siglo XVI en la entrega a los religiosos de la primitiva ermita, si bien es probable que no se trate de la misma. Completan el conjunto un Crucificado y San José con el Niño.La capilla de Santa Rita posee, aparte de la venerada santa (anónimo canario del siglo XVIII), una interesante talla de la Virgen de los Dolores, así como un Señor atado a la columna y un Jesús Nazareno. Pero el conjunto más interesante lo encontramos en la nave del evangelio, en el retablo de Nuestra Señora del Rosario. Imagen de gran devoción de la que existió una cofradía de fieles que la custodiaban, podemos fecharla en el siglo XVII. El retablo se completa con San Antonio y San José en los nichos laterales del primer cuerpo. La parte superior se encuentra presidido por la antigua imagen de la Virgen del Rosario, posiblemente la que tuvieran los frailes al serle entregada la ermita. Podría fecharse a finales del siglo XVI o principios del XVII. Se encuentra flanqueada por dos lienzos de factura popular: Santo Domingo haciendo penitencia y San Francisco recibiendo los estigmas.Estas pequeñas notas sólo tratan de recordar la estancia dominica en la isla de La Gomera, cristalizada en el antiguo convento que hoy es iglesia de Santo Domingo. Su patrimonio artístico es meritorio y merece ser rescatado del olvido y tratado como se merece.

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